Las III Jornadas de Mara-Mara: lo que vivimos


Normalmente suelo hacer crónicas objetivas y sesudas de los eventos a los que acudo, pero esta vez algo me pide la cercanía, porque lo que se vivió ayer en Mara-Mara es extraordinario.

Desgraciadamente no pude acudir a la jornada del viernes, que me comentaron fue excelente con la presencia de Jon Arana, con una exposición sobre el Proceso de simbolización en la infancia y Virgina Imaz, que hizo las delicias del público con el Proceso de simbolización mediante el cuento.

Yo participé en la jornada del sábado como Clausura de la Jornada. Por ello, y sin prisa, llegué un poco tarde a la exposición del tema apasionante de Alvaro Bañaran, al que no conocía pero de quien ya me declaro fan absoluta. ¡Qué cercanía, calidez y tranquilidad en la exposición y en las contestaciones a las cuestiones que se le plantearon! De mayor quiero ser como él, ¡yo que estoy en el polo opuesto!

Tras su charla nos tomamos un café y estuve charlando con algunas de las personas que asistían al evento para abrir boca. Me tomé dos cafés sin darme cuenta y Auria, con el gong, nos vino a llamar para la siguiente charla, la de Miren Alaña. He tenido la suerte de coincidir con Miren en dos eventos de distinto cariz con anterioridad, pero siempre te encuentras una Miren Alaña distinta.


Esta vez su charla versó sobre los fundamentos de la educación activa, levantando el velo de lo que hay debajo de las palabras, los enunciados y las etiquetas y su charla fue un canto y una llamada a la honestidad, a ser fiel a tu propia verdad, a reconocer las propias carencias y así fortalecerte como ser individualizado y distinto en este proceso.  Miren se describe así:

Soy Miren Alaña, Psicopedagoga, Maestra y Madre. Me apasiona el campo de la comunicación y las relaciones humanas, como medio de búsqueda y transformación personal. Actualmente trabajo como acompañante en Landabaso Eskola Aktiboa, tarea que compagino con los talleres de comunicación, en los que comparto mi experiencia personal y profesional.

Después de la charla de Miren y un muy interesante turno de preguntas, comentarios y respuestas nos fuimos a comer. Yo calculo que estaríamos unas 24 personas, comiendo, una deliciosa crema de calabaza, lasaña y postre de arroz con leche preparada por quienes cocinan para los niños y niñas de Mara-Mara todos los día. ¡Quiero ser niña e ir a Mara-Mara!

Tras una jugosa sobremesa que pude compartir con tres jóvenes profesoras de ikastolas, dos de las que llevan proyectos de casas-mido y dos madres más, tan animada que nos olvidamos dónde estábamos, hasta que volvió Auria con el gong a anunciar que se iniciaba la sesión de la tarde.

Esta vez se trataba de experiencias y pudimos asistir a la experiencia de Laboragune, relatada por su responsable, Eukene acompañada de un joven-adulto homeschooler que es acompañante en el proyecto. Me parecía que de repente estaba en Inglaterra pues esa esa la sensación que transmite el proyecto.

Y finalmente entré yo a finalizar la jornada, me sentí tan bien que me vine arriba y disfruté de la charla, de la compañía y de una ocasión única para explicar lo que resulta tan difícil de plasmar en las redes sociales e incluso en este blog. Y eso se lo tengo que agradecer al público, receptivo, respondiendo al mínimo detalle, al mínimo elemento de humor, de reflexión, de apoyo, con ese deseo de compartir, como una sola esencia, la suma de las y los que estábamos en aquella sala.

No tengo mejor marnera de describirlo y Gracias!!!

 

6 comentarios en “Las III Jornadas de Mara-Mara: lo que vivimos

Deja un comentario aquí