Todo parecía tranquilo hasta que un tsunami sacudió la comunidad de quienes educan en casa. No hay que olvidar que este movimiento además de estar constituido por quienes educan sin escuela a aquellos de sus hijos e hijas que se encuentran en edad escolar, cuenta con el no despreciable conjunto de cientos de familias que, con hijos menores de 6 años, se están planteando no incorporarlos al sistema escolar, siendo ellas precisamente, quienes más información y asesoramiento demandan.
Desgraciadamente Azucena Caballero, no ha sabido leer entre estas líneas y ha cometido el error de que sea publicado un artículo que escribió en un momento de irritación. Como usuaria de las redes sociales debería saber que ciertos estados de ánimo no son los más adecuados para redactar artículos de alcance, y menos sin algún tipo de supervisión realizada por alguna persona de confianza y solvencia.
La enseñanza que podemos derivar de su lectura es que es necesaria una llamada de atención a la moderación y a la sobriedad, nadie está por encima de nadie, ni en disposición de juzgar a nadie. Negar la posibilidad de opinar sobre homeschool por la simple razón de que no se ha experimentado en carne propia, negaría de plano la posibilidad de hablar sobre el tema al propio John Holt, que ni siquiera tuvo hijos, y mucho menos la opción de educarlos fuera del sistema escolar. Un poco de humildad nos va a ayudar a todos y todas a mejorar la comprensión mutua. Hay mucha gente lastimada en todo este affair y espero que podamos, del algún modo, pasar por un proceso de catarsis que sirva para mejorar las cosas en el futuro.
Yo misma tomé parte en los debates que han seguido al artículo publicado y desde este blog, me gustaría pasar página y seguir adelante sin acritud ni malentendidos que no nos podemos permitir.
El hecho de llevar más tiempo educando en casa, no da derecho a nadie a cuestionar, ni juzgar, ni despreciar, ni prejuzgar a quien antes de la edad escolar, valora la posibilidad de no hacerlo cuando llegue el momento en el que legalmente se convierta en un obligación. Una edad, por otro lado, totalmente arbitraria y que nada tiene que ver con el proceso educativo del niño o niña en casa. Mi preocupación es que Azucena Caballero en su artículo, identifica la esencia del ser homeschooler con el hecho de vulnerar la legalidad vigente. Lo que ha hecho es equiparar el homeschool con el absentismo escolar y considerar que sólo éstos, los absentistas, son homeschoolers. Afirmación que es, cuanto menos, modulable.
Esta identificación inevitablemente lleva a que el homeschool conlleva arriesgarse y sufrir por estar fuera de la ley y aguantar, en esa posición, a pesar de todo. Es algo heróico que debe ser admirado por quienes no estén en esa posición y en ningún caso cuestionado. Comprensible, por supuesto, pero quizás revisable.
El artículo ha sido publicado en Homeschooling Spain y comentado en Reflexiones de una madre homeschooler
La leche… bueno yo he puesto mi granito en el face…
Juan Carlos Vila Alonso La Codosera – Badajoz Tel 924105460 – 673841229 Fax 924040913 _hangout_lautarojc@gmail.com _Facebook_http://www.facebook.com/juancarlos.vilaalonso
Jejeje, no solo levantó ampolla, la estalló. Gracias Madalén por tu cordura. Y yo que propongo carnaval… Espero que te pases por allí y hagas tu aporte ;)
http://biosferadefamilia.blogspot.com/2014/09/carnavalito-homeschooling-hablemos-de.html
Así de claro lo dejas, siempre con palabras sensatas. Un placer leerte.