La familia De la Hoz-Agirre viajan en velero en largas travesías a través del Atlántico con sus dos hijos en edad escolar (Izar y Hodei, de 9 y 6 años respectivamente). Amaia y Emilio consideran que uno de los desafíos a los que se enfrentan es el de la educación de los niños. Amaia es profesora de inglés de Bakio, y Emilio ha sido pescador de bajura durante años en Getaria.
En una de las entrevistas realizadas a la familia y publicadas en el blog Acercando el mundo se refieren a la cuestión de la educación de sus hijos en estos términos:
Yo diría que lo más duro es el tema de la educación, conseguir hacer la escuela en el barco. Me toca a mí y lo sufrimos los tres. La educación formal no está adaptada a una vida como la nuestra y el contraste es demasiado grande. Vivir una vida con un alto grado de libertad y al mismo tiempo aprender formalmente el texto 1 del tema 1 del libro 1,… pero bueno, tenemos que hacerlo y lo hacemos. Tal vez un día me plantee aprovechar mi experiencia docente y la experiencia en el barco para preparar un material mejor adaptado a situaciones como la nuestra.
En otra de las entrevistas concedidas a la revista ARGIA, esta vez en euskera se trata de nuevo el tema de la educación de los niños
Argia: ¿Cómo os las arreglais con la educación de los niños?
Amaia: Están matriculados en un centro a distancia , ya que es el único medio oficial. Todos los días en el barco, trabajamos clases prácticas. Cuando estamos en la mar no podemos organizar las clases, pero al llegar a tierra lo hacemos siete días a la semana, y la escuela va de lunes a domingo. Aun así el método no es muy adecuado, y se pierde mucho tiempo persuadiendo a los niños de las tareas a realizar. Además los del Ministerio son muy estrictos y hay que trabajar las materias como ellos indican, no da tiempo para estudiar todo lo que exigen. Cada dos meses tenemos que enviar los ejercicios que hemos realizado, y los niños tienen que hacer un examen al terminar el curso, si estamos en el extranjero en la embajada del país correspondiente, si hemos vuelto de algún viaje, en el Gobierno Civil de aquí.
Emilio:Izar tuvo que hacer un examen de 5 horas a sus 8 añosArgia: ¿Hay posibilidades de estudiar en euskara?
Amaia:No. Nosotros querríamos martricular a los niños en la escuela de Getaria, aunque no acudan al centro, para poder trabajar así con los materiales que nos proporcionarían. Tanto la dirección como los profesores estaban de a cuerdo, pero hay un obstáculo legal, los niños tienen que acudir al centro escolar. Realizamos una petición formal ante el Gobierno Vasco, pero nos dicen que para eso tendría que haber una modificación legal..
Argia: ¿Y qué opciones os ofrecieron?
Amaia: No matricularlos, trabajar con la ikastola, pero sin matricularlos. Pero nosotros quisiéramos que esa posibilidad tuviera cobertura legal, además que valdría para muchas otras familias Con la deslocalización de empresas mucha gente tiene que salir a buscar trabajo a otros lugares, y al tratarse de gente joven, sólo van durante un tiempo – 5 o 6 años- y luego consiguen volver. Si se diera esa oportunidad, la vuelta sería mucho más sencilla.
Argia: ¿Y es difícil tener a la madre por profesora?
Izar: Solemos tener un poco de pelea, pero nos llevamos muy bien. Además de las clases de siempre, aprendo muchas cosas más. Por ejemplo en Brasil aprendí capoeira y un poco de portugués y aún no se me ha olvidado.
La opción de educar en casa 
He aquí un ejemplo claro como el estado aún con su escuela oficial a distancia no responde a las necesidades reales. Desde el método, los exámenes, el idioma, el derecho a elegir una educación que se adapte a las personas y sus situaciones……. Supongo que ya existirá en el mundo la respuesta a este tipo de situaciones, solo hay que buscarla y aplicarla aquí.
En fin… En el mismo barco estamos (nunca mejor dicho). ¡Que bueno conocer a otra familia más! Gracias.
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